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The Love History

jueves, 14 de julio de 2011

CAPÍTULO SIETE...

CAPÍTULO 7…

Ali estaba durmiendo dulcemente, hasta que un rayo de luz se coló por la ventana y empezaba a incordiar a Ali. Ella abrió molesta los ojos, miró hacia todos los lados de la habitación buscando a Allan al ver que la cama estaba bacía. Se inclinó hacia delante para ver la hora que era en el reloj que había dejado en la mesita de noche. Vio que eran las 9, y que no tenía prisa por ir a su casa. Se levantó para coger el móvil que estaba en el salón. Pasó por delante del baño, y escuchó la ducha, entonces dedujo que Allan se estaría bañando. Siguió de largo hasta entrar en el salón y coger el móvil.
“Hola Adri, no como en casa. Y no te preocupes por mí, si quieres algo llámame. Besitos”.
Dejó el móvil en el bolso, y se desperezó. Cuando se dio la vuelta vio a Allan saliendo del baño con una toalla en la cintura. Al parecer, Allan tenía buen cuerpo, tenía pinta de que se cuidaba bien, e incluso que iba al gimnasio.
- Hola dijo Allan mientras se sonreía.
- Hola.-contestó ella mientras se dirigía hacia la habitación de nuevo, para cambiarse.
Ella llevaba la camisa de Allan puesta.
- Me gusta cómo te queda la camisa.
- ¿Sí?.-dijo mirándose en un espejo.-Gracias.
- Si te quieres bañar te dejo una toalla.
- Vale gracias. Oye, ¿te duele el labio?.
- No, ya no me duele, aunque lo tengo un poco hinchado.
- Gracias de nuevo.-dijo mientras se ponía enfrente de él y le daba un beso en la mejilla.
- De nada.-respondió mientras la miraba embobado.
- Bueno, ahora vengo.-dijo cogiendo la toalla y metiéndose en el baño.
5 minutos más tarde Ali sale de la ducha con el pelo mojado, y con la toalla enrollada
en el cuerpo.-qué bien me ha sentado la ducha.
- Ya te veo.-dijo Allan desde la cocina.-¿quieres comer aquí?.
- Vale.-respondió entrando en la habitación de Allan para cambiarse.
Allan fue a su habitación para coger preguntarle qué quería comer.
Al ver que Ali se estaba cambiando, Allan se quedó mirando desde atrás apoyado en una
pared. Ali estaba de espaldas, así que no se dio cuenta. Sin querer Allan pierde un poco
el equilibrio, y se agarró en el pomo de la puerta que estaba al lado de él. Ali al
darse cuenta que Allan estaba viéndola, entonces, movió las caderas de una forma muy
sexy, mientras cantaba una de las canciones que había ayudado a componer a su amigo
Daniel .
- Él se quedó como hipnotizado al ver a Ali bailar y cantar de esa forma, hasta que ella
se da la vuelta.
- Lo sabia.-dijo Ali riéndose.-sabía que me estabas espiando, jajaja.
- Lo siento.-dijo agachando la cabeza, mientras se ruborizaba.
- Jajaja, no te preocupes, te la dedico si quieres.
- Vale.-respondió mientras se sentaba en la cama. De repente algo interviene esa
dedicatoria, era un móvil, mejor dicho era el móvil de Allan. Contestó al móvil y salió
de la habitación para poder hablar sin distraerse. Volvió al poco rato.- Mierda, ¿oye no
pasa nada si comen con nosotros unos amigos verdad?. No me acordaba que venía hoy.-dijo
Allan cogiendo el móvil.
- No, no te preocupes.
- Gracias, ahora vengo que tengo que llamar.-dijo Allan volviendo a cogiendo el móvil y
saliendo por la puerta.
Ali, se colocó los tacones y fue a la cocina.
Cuando entró se encontró con la mesa puesta para una persona, con tostadas, café, leche,
galletas…se sentó en la silla, y vio pasar a Allan por el pasillo, se sentó delante de
ella en una de las sillas.
- Al final se hace en casa de un amigo, vamos a hacer una barbacoa, ya que hace tan buen
tiempo.
- Vale, aunque… no se… jajaja. Vale.
- Anda desayuna.-dijo Allan mientras cogía una taza y se servía un poco de café.
- Me encanta tu casa.-dijo Ali mientras miraba en todas las direcciones posibles.
- Cuando termines, ¿quieres acompañarme a pasear a mi perra?, y ya de paso te enseño unos
sitios.
- Claro.-dijo mientras se terminaba la taza de café.- No sabía que tenías perro.
- Lo que pasa es que lo tengo en el patio de atrás.
- Ah, vale. Oye ¿cómo es eso de no vivir en Italia y tener una casa, qué sueles venir a
menudo o qué?.
- Sí, bueno ya te contaré.
- Ali siguió a Allan hasta llegar a un patio trasero, no era muy grande, pero era muy
bonito, tenía una caseta de madera, y el suelo era césped. La mitad del patio lo cubría
la sombra de unos árboles.-Qué bonita.-dijo Ali agachándose para acariciar a la perrita.
- Se llama Pipa.-dijo mientras la acariciaba. Pipa era un bulldog francés de un año y
medio. De color negro, y mezclado con mechas rubias, marrones y blancas, y no era muy
grande.
- Hola Pipa.-dijo Ali mientras la acariciaba.
- Vamos Pipa.-dijo Allan mientras cogía una correa. Ella acudió a su dueño corriendo como
una loca.-sienta.-ordenó Allan señalando hacia su perro. Este obedeció, y se sentó, él
pudo ponerle la correa.
- Qué linda.-dijo Ali mientras se ponía al lado de Allan.
Estuvieron caminando durante un buen rato, hasta llegar a un parque normal y corriente.
Él soltó a Pipa, y pidiéndole que buscara algo que ella no entendió bien. La perrita
obedeció ladrando y hacia unas plantas indicadas.
- Muy bien.-dijo Allan acariciándole el lomo y apartando unas plantas, y tirando de una
cuerda.
- ¿Qué haces?
- Tú sígueme.-dijo él cogiendo de la mano a Ali y llevándola por una entrada un poco
difícil para una chica que lleva vestido y tacones.
- ¿Crees que es fácil ir por aquí para alguien que lleva tacones como los que llevo yo?
Más vale que valga la pena.-replicó ella agachándose cada vez más hasta llegar a un
sitio inimaginable.
- Qué decías?.- dijo Allan burlándose de la queja que había hecho segundos antes Ali.
- Esto es…-dijo Ali dejando la frase a la mitad.
- Lo sé, no hace falta que lo digas.-dijo Allan sentándose en la sombra de uno de los
árboles.
Ella se sentó junto a Allan. Lo que veía era algo precioso, y no se habría dado cuenta
nunca si no fuera por Allan. Era algo parecido a un lago rodeado por árboles de diversos
tipos, y muchas plantas que nunca había visto al igual que nunca había visto una cosa
tan bonita en la vida, era algo que si lo intentabas describir, no parecía que era tan
precioso. Era como un paraíso.
- Me encanta.-dijo mientras se echaba para atrás para tumbarse encima del césped.
- Él la imitó.-bueno ya veo que te gusta mucho. Aquí me traía a mí y a mi hermana mi madre
cuando éramos pequeños. Hacía mucho tiempo que no venía, creo que desde la última vez
que vine por trabaj.-dijo cerrando los ojos y poniéndose cómodo.
- Me encanta.-dijo acomodándose al lado suya y mirándole.
- ¿Por qué me miras?.-pregunto mientras abría los esos grandes y bonitos ojos azules.
- No sé, has dicho la últimas frases un poco triste.-respondió Ali acercándose cada vez
más, y mirándole a los ojos.
- Él respiró hondo.-sí, bueno… es que mi madre murió unos meses después.
- Lo siento.-dijo cogiéndole la mano.
- No te preocupes de eso hace mucho tiempo, tendría unos 13 o 14 años.-en ese momento
llega la loca de Pipa corriendo y saltando al lado nuestra jugando con las plantas y los
insectos. –a Pipa le encanta este sitio.-dijo acercándose más a Ali hasta estar a unos
10 cm de su boca.- me gustas.-dijo mientras la besaba.
- Ella se quedó perpleja al escucharlo, pero le besó, como nunca lo había besado. Ella
pensó cómo es posible que le guste, si apenas se conocían. Aunque no lo hubiera dicho a
ella también le gustaba Allan.
- Él paró de besarla cuando Pipa empezó a lamer la mejilla de Ali.-me da que a ella
también le gustas.-dijo mientras se reía y se separaba dulcemente de la boca de la
chica.
- Jajaja, tia eres una cochina.-dijo Ali acariciando a Pipa.
- Bueno… creo que ya es hora de irnos.
- Sí, además me gustaría pasar por mi casa un momento.
- Vale, dejamos a la perra y te llevo a tu casa.
Salieron de aquel mundo inexplicable que era el trozo de parque escondido, y se
dirigieron hacia la casa de Allan.
- Oye, antes que nada, que sepas que me da mucha vergüenza, y que no es una comida formal
¿no?.
- No te preocupes. Y no, no es una comida formal, solo vamos a estar algunos amigos míos..
- Vale.-dijo abriendo la puerta del coche.

[…]

- ¿Hola?.-dijo Ali al entrar en la casa. Al ver que nadie contestaba cogió a Allan de la
mano y lo subió hasta su habitación.-¿a qué horas has quedado para comer?.-preguntó
cogiendo ropa del armario de madera que le había hecho su padre a mano.
- Dentro de un rato, ¿por qué?.
- No por nada.-dijo Ali abriendo uno de los cajones de ropa interior.- dime un color.
- El rojo.
- Gracias.-dijo Ali con una risa un poco picarona, y entrando en el baño de la habitación.

4 comentarios:

  1. Me gusta mucho!
    Pero...¿No se habia enrrollado con Math y no con Allan?

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  2. XDD, si, a ver como veía que no me terminaba de gustar mucho los capítulos con Math cambie algunas partes de los capítulos, entonces Math solo es el de la tienda y ya ta jajaja. Besos y gracias por comentar

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  3. jajajaj ok, de toas formas me gusta mas asi xD

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